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Brunch: la tendencia gastronómica americana que se afianza entre los españoles

No es un desayuno, tampoco un almuerzo, es una comida que está entre medias y que poco a poco se ha ido convirtiendo en una forma muy popular de tomar algo a media mañana. Es cierto que el brunch parece surgir en Estados Unidos pero también es verdad que toma su referencia de los desayunos ingleses. De hecho, es una comida bastante copiosa que suele tener lugar el domingo, aunque gracias a la popularidad que está cogiendo, ya hoy en día podemos encontrar brunchs cada día de la semana.

El propio término, de hecho, cambia dependiendo de la situación en la que se lleve a cabo el almuerzo. Si es temprano, más cerca del desayuno que de la comida, se le conoce como Brunch, mezclando Breakfast y lunch. Si está más cerca de la comida, se convierte en Blunch, quedando solo la B del Breakfast. También pueden denominarse Drunkfast si es un desayuno con alcohol. El caso es que con esas pequeñas variaciones, todos los brunchs al final han conseguido hacerse un hueco y en muchas ciudades hay muchos restaurantes y cafeterías que los ofertan, especialmente los fines de semana.

mesa brunch

Todo un estilo de vida que pisa fuerte

El brunch ha pasado en los últimos tiempos de ser una extravagancia para ricos y pudientes a ser un estilo de vida que cualquiera puede llevar a cabo, a poco que tenga el fin de semana libre. A través del brunch se suelen llevar a cabo también reuniones informales entre amigos, con la excusa de tomar este desayuno-almuerzo en cualquier restaurante más o menos elegante. Como es una tradición de fin de semana, el aspecto es importante, así que uno debe saber lucir sus mejores galas. Es cierto que los brunchs siempre han sido más territorio femenino que masculino, peor eso también está cambiando.

Hoy en día no es para nada extraño ver a un grupo de amigos tomándose un brunch a las once o doce de la mañana, sobre todo los domingos, en algún bar de las grandes ciudades, tomando un poco el sol, si hace buen tiempo, y disfrutando de toda la comida, el café, los zumos y demás, que suelen ser el menú habitual de los brunch. Para muchos, esto se ha convertido ya en un estilo de vida, y aprovechan cualquier ocasión para apuntarse a un branch, sea el día que sea.

Un plan de domingo para desconectar

El brunch se inicia casi como una respuesta anglosajona al típico té de las 5. Es cierto que ahora ya ese é no es tan importante, pero antes lo era muchísimo más, sobre todo en la época victoriana, que es donde surge también el brunch, una comida entre el desayuno y el almuerzo, bastante contundente, y que solía reunir a la alta sociedad de la época. El brunch se inició en los fines de semana, sobre todo los domingos, como una especie de cita social tras toda la semana.

Claro que desde entonces las cosas han cambiado bastante y ahora la mayor parte de las personas que disfrutan de estos brunch lo ven como algo para desconectar, un rato de diversión con los amigos, en un periodo en el que casi todos pueden, ya que no es entre semana, ni tampoco de noche. El quedar para el brunch se ha convertido ya en una de las formas más habituales de quedar entre grupos tanto de mujeres como de hombres, y también mixtos.

brunch huevos benidictine

Huevos benedictine: uno de los platos más clásicos

Al no ser ni un desayuno ni un almuerzo, muchos no saben a qué enfrentarse cuando toman un brunch, pero es cierto que esto, lejos de limitar las opciones para disfrutar de comida variada, las aumenta. Y es que encontraremos todo tipo de platos deliciosos y de inspiración británica y norteamericana en el brunch, aunque hay uno que destaca por encima del resto: los huevos benedictines, que son huevos escalfados con pastrami, sala holandesa y jamon york servido todo ello sobre un pan redondo inglés, absolutamente delicioso.

Además de los huevos benedictine, en el brunch tendremos también platos más contundentes, como las salchichas con bacon, ensalada de atún o pollo, pancakes, cereales y también, dando un toque más nacional, tortilla de patatas. Podemos encontrar igualmente una gran variedad de bebidas, desde los zumos naturales hasta el café, la leche con cacao o incluso, porque no, algún coctel con un poco de alcohol si la hora del almuerzo ya se va acercando. Incluso el vino puede ser una buena opción a partir de cierta hora de la mañana.

Brunchs temáticos: cuando se mezclan cocinas del mundo

Comúnmente, los brunch suelen ser reuniones en las que se come y se bebe a la manera tradicional británica, o tal vez norteamericana, pero es cierto que en algunas ocasiones podemos encontrar también brunchs especiales en los que se mezclen comidas del mundo. Por ejemplo, un brunch francés, con croissant, queso típico del país galo y pan de hogaza, junto a vino. Una experiencia que nos hará disfrutar de algo nuevo, de una comida totalmente diferente.

Incluso podemos llegar a mezclar comidas del mundo en estos brunchs temáticos, poniendo comida española, italiana, francesa e inglesa en el mismo almuerzo, para mezclarlo todo. De igual forma, se pueden realizar brunchs temáticos que tengan que ver con películas o sagas de libros muy conocidos, adaptando los alimentos y las bebidas a los personajes de esas historias, algo que atraerá también a mucha gente y dará un toque especial y diferente a nuestro brunch.